Acojedora como una de las tantas rabietas
que penetra en el alma, la requiebra
la une y a la atormenta.
Lonaza es tu piel mientras se mezcla con la mía,
áspera es cuando en tu regazo suenan extractos de agonía.
Quisiera perderme, olvidarme, esfumarme
si tan sólo aquel rétamo blanco...