lunes, 28 de diciembre de 2009




Acojedora como una de las tantas rabietas

que penetra en el alma, la requiebra

la une y a la atormenta.


Lonaza es tu piel mientras se mezcla con la mía,

áspera es cuando en tu regazo suenan extractos de agonía.
Quisiera perderme, olvidarme, esfumarme
si tan sólo aquel rétamo blanco...