sábado, 24 de enero de 2009

Podria esta vez terminar partida en dos



jueves, 8 de enero de 2009

Actitudes Paganas








El 30 de Abril fue el último día en que te ví. Llevabas puesto ese vestidito azul que te regalaron Las Hermanas, recuerdo que te llegaba hasta las rodillas, tan ridículamente bella y adorable lucías con ese lazo fuertemente atado a tu cintura. Y me juraste en mi cara que no volverías a verme, no que no quisieras, eso lo sé, me llenaste de un discurso vacío acerca de la Moral, los principios y Dios, que para mí fue un aDiós. Me dijiste que te querías casar, tener hijos, y una casa de ladrillos con un gran jardín y un Golden. Me dijiste que lo nuestro sería mal visto, que nunca seríamos felices, que nunca podríamos realizarnos, que no tenemos futuro, que ya padeciste lo peor en El Convento. Que por eso te vas. No me dejaste que te llevara la maleta, me confestaste que siempre detestaste mi hombría y torpeza, que no te gustaba la forma en que peinaba mi cabello, no te agradaba que te apuntaran con el dedo y nadie, nadie expecto Yo, quisiera sentarse contigo a la hora de la comida.


Te dije que eras débil de espíritu y tú tan sólo miraste el suelo y contemplaste un cienpiés que iba pasando, yo me mordí el labio y ví que tus ojos mentían. Sé que tu me querrías más si no me llamase Gloria.

miércoles, 7 de enero de 2009

El Viejo Marica







El viejo marica vive en un pasaje de ciruelos
El viejo marica sale a recibir todos los días el diario
El viejo marica toma café descafeinado y tostadas casi negras
Escucha a Silvio y a Wagner
Lee a Lemebel y Goethe

El viejo marica cocina salmón y lo aliña sólo con eneldo
y prepara los mejores aperitivos
El viejo marica vive con su perro kiltro
Sus vecinos no lo pescan
La manzana completa lo discrimina por ser fleto
y él sigue tocando su clarinete y llamando a su tía abuela sorda en España.


El viejo marica planta tulipanes a la entrada de su perfecta casa
Se afeita su ingle a la perfección por si salta la liebre uno de estos días
No sabe nada que ya ni se le para.

Pobre viejo decadente que llama con su teléfono móvil a su casa para escuchar la melodía, si hasta la cancioncita esa es gay, sólo para sentir el eco y creerse importante para un alguien imaginario.


El viejo marica admira a Garcia Lorca, Rimbaud ( si hasta se peina como él), el gran Freddie, Pollock, Gabriela Mistral, El Che, Simone de Beauvoir y a su hijo Ignacio.