
Hoy estuve conversando durante la merienda con mi abuela Tina y salió el tema de la relaciones interpersonales. LLámenseles pololeos, noviazgos, matrimonios, pinchazos cosas por el estilo y evidentemente tenía que salir a su vez EL TEMA que es el Amor. El Amor, el Amor que lindo que es el Amor, Amor que viene y que se va, decía Neruda en Farewell, como están los tiempos ese Amor se está yendo más que viniendo. Gran parte de las personas hemos estado o estamos o creído enamorados, y hemos sufrido, llorado, pataleado, puteado, creído que se nos viene el mundo encima y cuando menos lo esperamos vuelve a salir el sol, suena cliché, todo lo que se quiera, pero realmente así pasa. Vuelvo a lo inicial, hoy conversaba justamente de eso último con mi querida Tinita, y le comenté que pese a que yo he tenido varios pololos nunca he sufrido así a concho concho, salvo una vez, que creí morir, y viví el Amor y DesAmor al mismo tiempo. El punto es que le decía que esas desiluciones amorosas pasan, uno cree no poder soportarlo, creemos que nunca nos volveremos a enamorar, nos volvemos unos excépticos, la autoestima se ve amenazada, la confianza se convierte en algo utópico, dan náuseas esas parejas que se besan y abrazan efusivamente y uno piensa >>please, get a room<< , en fin, ilusos dolidos.
Vuelvo por tercera vez a lo inicial, uno cree desvanecerse, y vive la vida intensamente durante ese periodo y eso es lo que hablábamos con Tina, cuando le dije que creo que una vez he sufrido a a más no poder, mi abuela me queda mirando sosteniendo la taza del té y me dice: "mmm, no nunca he sentido eso", " tu Tata es quien me buscaba y estaba loco por mí, yo ni me los pescaba" ( diálogo que lo dice una y otra vez, incluso he dudado de su veracidad, pues según mi abuelo era ELLA, la que andaba LOCA por ÉL), para luego terminar con un " yo no sé lo que es sufrir por amor" y yo le dije " que suerte la tuya".
Y ahí quedó el tema, AHÍ, ¡como se me ocurrío pensar por una milésima eso! Cuando lo dije estaba cientoporciento segura de lo que decía, lo dije con mucha decisión y luego me quedé pensando toda la tarde. Por un lado, es cierto, no haber sufrido las peripecias y sin sabores de las relaciones y no tener dolores punzantes y constantes en lo que esa dimensión respecta es quizás mejor por una lado, no obstante a lo más romanticoide posible, no existe la vida sin Amor, sin el Amor, no somos nada, iríamos de A>B sin razón alguna. No veo la vida sin el.