domingo, 14 de diciembre de 2008
En estos momentos se valoriza más el sabor de un rico durazno, aunque te haga mal o el sabor de una gelatina de cereza con crema, aunque no sea tu favorita o simplemente mirar hacia arriba y ver que todo y nada pasa al igual que las personas que siempre están con uno, que a veces se tornan invisibles pero siempre están ahí, viéndote y queriéndote. Es en estos momentos que se tienen días tan óptimos para beber desde un rico té por la tarde a un ron con hielo, y comer desde un chocolate semiderretido a alguna exquisitez gourmet.
Es ahora donde me duele el estómago de tanto haberme reído y haber comido. Que me pique todo el cuerpo, más eso sí, las rodillas y piernas y los brazos por haberme revolcado en el pasto y de la picazón en la gargante que aún no se va, que viene a ser sólo una consecuencia ínfima de un reciente intento de resfrio que se vio truncado ante la magestuosidad del sol y de las más ricas temperaturas, pero extraño ese frío para comerme un rico helado que no es lo mismo comérselo con 30º.
sábado, 6 de diciembre de 2008
martes, 7 de octubre de 2008
Ser y Parecer en El Gran Gatsby
Con El Gran Gatsby y Scott Fritzgerald se produce una unión entre autor y escritor a diferencia de otro tipo de novelas y otro tipo de temáticas donde el autor y el escritor nunca serán el mismo. No puede ser por una cuestión de tiempo y espacio. El Narrador siempre es alguien ficticio, tiene realidad sólo en el relato acá el narrador es Nick Carraway. Sin embargo la historia está entrelazada con las experiencias que el propio Fritzgerald vivió. Es imposible que una ficción cuente algo real ya que se habla en dos planos distintos y se habla a un lector ficticio.
Prueba de esta homologación entre autor y personaje Vargas Llosa en el texto Un Castillo en el Aire menciona ese amargo sentir y parecer que embargó al autor del Gran Gatsby:
Al final de su vida, en un texto autobiográfico, Scott Fitzgerald escribió de su personaje Jay Gatsby: "Es lo que siempre fui: un joven pobre en una ciudad rica, un joven pobre en una escuela de ricos, un muchacho pobre en un club de estudiantes ricos, en Princeton. Nunca pude perdonarles a los ricos el ser ricos, lo que ha ensombrecido mi vida y todas mis obras. Todo el sentido de Gatsby es la injusticia que impide a un joven pobre casarse con una muchacha que tiene dinero. Este tema se repite en mi obra porque yo lo viví".
Es más importante contextualizar el momento que se vive en esos locos años veinte. El gran Gatsby es la personificación de los nuevos ricos en esa época en E.E.U.U que luchan por hacerse su espacio en la sociedad a punta de doble estándar y frívolas apariencias.
“Catherine, la hermana, era una esbelta y mundana muchacha, de unos treinta años, de compacta y pegajosa melena roja y cutis empolvado de un blanco lechoso. Se había depilado totalmente las cejas, dibujándolas luego en un ángulo más llamativo, pero los esfuerzos de la Naturaleza por la restauración original, deban a su rostro una expresión confusa. Cada vez que se movía, se oía el incesante tintinear de innumerables brazaletes de porcelana que se deslizaban arriba y debajo de sus brazos. “ Pág. 37
Todo lo que rodea y es parte de su configuración como hombre en la obra parece ser un misterio, y es ese misterio lo que llama tanto la atención de algunos pues se ignora si estudió en Oxford o no, el incierto origen de tu ascendencia y de su riqueza al igual que realiza fiestas de alto nivel con el fin de aglomerar el mayor número de personas de la más alta sociedad ignorando de quienes se tratan por completo.
Podría tratarse de una historia de amor, amor que no se extinguió a lo largo de cinco años, pero si las diferencia socioeconómicas cobraron lo suyo y los terminaron separando. Pues el objeto de su amor, Daysi terminó por casarse con Tom Buchanan quien siempre desconfió en todo lo que demostraba ser y tener Jay Gatsby. Es una historia de apariencias, amores perturbados, infidelidades, el constante conventilleo que no diferencia entre ricos y pobres, gente con gran deseo “aspiracional” que no es más que un eufemismo del tan conocido arribismo.
“Es cierto- vaciló-. Pues... he pasado una mala temporada, Nick, y me siento bastante cínica en todo lo que se relaciona con la vida.”Pág. 22
El Gran Gastby posee a ratos similitudes con la novela costumbrista, con este afán de experimentar con los seres humanos al situarlos en un lugar y los ponen en determinados contextos y escenarios y tiene un corte casi científico e investigativo. A ratos también el propio Gatsby tiene rasgos de ser un sujeto romántico que está en búsqueda de lo absoluto, pues el sujeto romántico se caracteriza por una realidad otra que supuestamente es más esencial, estará buscando una apertura a una dimensión más plena, otras vías de contacto como lo son conseguir una herencia o buena suma de dinero para el personaje, conseguir estatus y un espacio dentro de esta sociedad corrompida y autodictaminada por las apariencias. El Gatsby está dominado por un sentir de constante insatisfacción y desea encontrar realidades absolutas; la consolidación de un hombre rico y que ahora lo único que le hace falta es recuperar el amor de su vida; deseo que se ve truncado ante la muerte de éste por un mal entendido, destino muy romántico.
No hay una revelación en la novela, todo parte desde el momento en que Nick empieza a investigar y narrar sobre ese enigmático hombre que es Jay Gatsby hasta cual fue su desenlace. Los acontecimientos no remecen a nadie, los únicos conflictos que parecen reales son las infidelidades y los amores no correspondidos, todo lo demás pareciera ser un holograma donde “el que dirán” es el esquema de vida.
Gatsby, aún con toda su riqueza turbia, es un sujeto racional que se ha separado de la totalidad, es un ser caído, expulsado y desterrado de la comunidad absoluta, lo fue una vez y pese a su dinero, lo sigue siendo. La novela nos muestra una visión desencantada de la realidad, pues todo lo que ocurre en esa realidad de la obra también nos pasa en nuestro siglo. Acá no se muestra una realidad definida, independiente que sea ficción, pues ya sabemos que existe y es real esa realidad dentro de la obra, es una realidad que ya está definida y por lo tanto esa realidad empobrece al hombre.
Este afán de búsqueda los mueve, es la curiosidad del impulso, el sujeto romántico, Gatsby, en este caso, siempre está deseando, siempre está inquieto, desea incluso el deseo mismo.
sábado, 27 de septiembre de 2008
Sobre el Egotismo en Moby Dick
Sin embargo el aspecto que yo quisiera desarrollar a continuación tiene que ver con la Dimensión Psicológica de los dos personajes más importantes del libro que son; Acab e Ismael siendo el primero el más rico para ahondar y en quien gira la historia de fondo. Este tema lo desarrollaré en base a ciertos postulados de la Filosofía Alemana, siendo más específica, al concepto de Egotismo en el personaje de Ahab o Acab cuyo nombre varía dependiendo de la edición de la novela.
Para algunos la filosofía alemana corresponde a una filosofía trascendentalita o también conocida como filosofía de ideales que es completamente distinta y que corresponde a la observación de los objetos.
“La filosofía alemana no es más capaz de creen en Dios que en la materia, aunque tiene que hablar continuamente de ambos” [1]
“Está lleno de fe, si por fe entendemos, no creencias definidas que se apoyan en pruebas inadecuadas, sino una profunda confianza en el instinto y el destino” [2]
En el caso de la novela estos objetos serían lo externo pues ya desde la primera página del libro, el narrador, Ismael, describe perfectamente los exteriores, el cielo, el clima, la temperatura, va describiendo como va percibiendo todo lo que de algún modo u otro modo directo o indirecto está ingresando a él.
“Era una noche oscura, triste y desolada”
“Mientras el buque cabecea indolentemente en tiempo sereno y una gran paz se apodera del espíritu”
Esta filosofía no está al orden de las cosas existentes, busca como el Yo de Sujeto percibe y conoce lo real. Un sujeto Egotista atiende la realidad y su alrededor desde sí. Si bien la filosofía alemana es considerada atea para George Santayana, autor de “El Egotismo en la filosofía alemana”, eso no es así. Los filósofos están pensando en torno a la naturaleza.
Un ejemplo sería la obra de Goethe, Werther donde se ve aquella acción de alimentarse con sus propios alimentos plantados por él mismo joven Werther, pues él come naturaleza. Aplicado esto a Moby Dick vemos a hombres restringidos por el sino de la vida que ellos decidieron llevar, una vida de sacrificios en la mar, donde se alimentan y viven y se van haciendo gracias a ésta.
Los poetas y las voces románticas son capaces de observar, tal como Ismael lo hace, pese a que al principio se muestra desconfiado y temeroso él va construyendo su propia personalidad y es un sujeto diferente a como empieza su relato, sólo al final nos dice la verdad en su calidad de único sobreviviente. En cambio el capitán, Acab el tema de su construcción resulta más complejo puesto que se trata de un individuo obsesionado con la Ballena Blanca que devoró su pierna.
Es ésta obsesión lo que mueve a Acab, quien no tiene otro motivo por seguir y seguir obstinadamente con esta búsqueda incesante del cetáceo. Al final Moby Dick es una novela de búsqueda donde está la búsqueda “real”, dentro de la realidad de la obra, que es la localización y captura de la ballena, junto con otros dos elementos más; la involución del capitán y la construcción del narrador.
Si bien es cierto la Estética que nos propone Melville en su obra es diferente a una estética que propondría Baudelaire o el mismo Santayana tienen algo en común que es sus ideas filosóficas, no obstante es labor del lector encontrarlas y darles significado.
Al tener tantos recursos narrativos el libro se torna una obra fragmentaria, fragmentaria no en una multiplicidad de voces pues el estilo enunciativo cambia en cada capítulo la voz original nunca cambia.
El objetivo que tuvo Acab desde que se topó con la ballena en este fatídico momento donde él perdió la pierna y hubo que reemplazarla por una pierna de marfil se firmó su destino su ideal resultaba a ratos inalcanzable y habían dos opciones; o su blanco simplemente no se podía obtener o su precio sería muy alto siendo lo último lo que ocurrió.
“ -Es inútil, olas-decía Acab en voz baja-, yo no tendré ataúd ni entierro, así que no me amenacéis. No puedo morir más que por la cuerda. ¡Ja, Ja, Ja! “
La subjetividad Egotista se da en un autor como algunos alemanes como es el caso de Goethe y no hay mucha diferencia de tiempo entre la denominación de este concepto y la publicación del libro de Melville. La capacidad del sujeto para comprender la realidad y su entorno permite emitir un juicio apartir de su sensibilidad. Podemos hacernos una idea de Ismael, pero nos costará más trabajo hacernos esa idea del capitán al ser un ser bien simple pero bajo toda esa simpleza aparten hay una gran complejidad:
“El Egotismo. Subjetivismo en el plano del pensamiento y voluntarismo en la esfera moral-, que constituye el lama de la filosofía alemana, en manera alguna es una cosa gratuita. Es una expresión genuina de la situación patética en que se encuentra todo animal sobre la tierra y toda inteligencia en el universo” [3]
Si bien puede resultar todo esto muy idealista no se trata en bajo ningún aspecto en descubrir cosas, Acab quiere crear, quiere crear y cobrar venganza. La novela está construida sobre los cimientos de la subjetividad del capitán Acab y todo lo que le atormenta, acá toda la novela gira en torno al Yo del capitán, todo remite finalmente a él. A su Yo. Hay una búsqueda y hay un hallazgo, lo primero, lo que impera no es la palabra, no es el verbo es la acción, una acción frente a la vida entendida por un Yo sensible. Acab en su soledad solamente quizás se da el momento de la autorreflexión, está en búsqueda de su ideal, este personaje va reflexionando internamente sobre el camino que está ejecutando y en ese momento se revela el sabotaje que el Yo hace sobre el propio individuo.
[1] y [2] Santayana, George. “El Egotismo en la filosofía alemana”, Ediciones Imán, Buenos Aires, 1942, Pág. 19.
[3] Santayana, George. “El Egotismo en la filosofía alemana”, Ediciones Imán, Buenos Aires, 1942, Pág. 15
martes, 23 de septiembre de 2008
domingo, 24 de agosto de 2008
creo en el azul del cielo
en la esperanza azarosa
en el viento inquieto
en la dulzura amenazante.
Creo en el mar abierto
en los ojos húmedos
en lo profundo y en lo inverso
en el amor eterno.
Creo en la fragilidad del sentimiento
en el roble, en la piedra
en las manos y en tus antebrazos
creo en la vida después de la muerte.
jueves, 21 de agosto de 2008
Lluvia
rabiosa lluvia
que cae intrépida
acróbata de los aires
sigilosa y envolvente
amiga y hermana
enemiga de los desamparados
esperanzadora para los contaminados
recuerdo de pequeña
mi amor por la lluvia
ahora de más grande
no es siquiera un impedimento
las hojas caen
la tierra se humecta
los pájaros se refugian
y luego vuelan
el mar se agita
las montañas se arreglan
los ánimos se calman
y dan ganas de bailar
bajo la lluvia
todo es tan diferente
tú eres tan resuelto y hecho
y yo, me estoy haciendo constantemente
termino y luego empiezo
para terminar en el mismo eje
y de nada me sirve que el agua caiga.
Punto
amarillo crepúsculo,
dígame la diferencia entre poisson y poison,
permíteme estrechar tu mano,
beber de tu palma,
llorar por el árbol caído,
dígame lo que está pensando,
no puedo dejar que me ahogues
empieza a torturarme,
extrangula los recuerdos,
asesina tu conciencia,abismo.
Belleza híbrida,
genialidad sin sentido,
amor obsceno,
lo que está fuera de escena,
cristal marchito,
pétalo suicida,
pienso y no escribo,
espiga y rosal,
odio el andar,
camina sin obstáculo,
diferente es la salida,
archivaarchucola li li lieettiiqquueetta gris.
El Árbol
Hasta nuestros tiempos he leído
lecturas no hechas
lecturas no concluídas
lecturas no iniciadas
apartir de las arrugas de tu palma
de tu tronco
de tus ramas
de tus hojas
Hasta nuestros tiempos he sabido
que se agotó el empezar
empezó al terminar
se termina lo iniciado
raíz de la luz perversa
nacida de la tierra
bañada con arcoiris y rocío
fruto de las entrañas
corazón del olvido
sangrando sabia
se opacó la frescura
no es uno caído
ni derribado
es simple y llanamente
un árbol y nada más.
La Indeseable
esperar que la lógica se una a la sinrazón
y ser Yo
para que brote de tu ser aquel ideal de fracaso
temes no ser Tú
temo no ser Yo
Temes perderte
Temo perderme.¿...y quién habla?
¡la conciencia!
ella arisca y fría
ella que siempre tiene la razón
¡maldita mal nacida!
¡hija de su madre!
cree que tiene la razón
desgraciada engreída
vestida de satín y rojo carmín
incrédula
vacía
vaporosa
nunca me deja
no nos abandona
si me abandona
realmente deseo traicionarla
aniquilarla
extrangularla
sólo es posible temporalmente
para que mi ilógica naturaleza
respire y viva.
Stop!
Pon reversa!
es simplemente ese mal gusto
esa adicción que te hace llorar como un niño
jamás podré olvidar esos días
en que se brillaba con el sol
b r i l la amos con el sol
corriendo en cada instante
añorando cada momento
cada encuentro.
Crisálidas
Crisálidas,
cristalina,
purpurina,
pupas de mariposas,
semihumanas,
semihorrorosas,
siniestras,
brillosas,
navío,
oscuro y sombrío;
siento tu aroma en cada regazo imaginario,
¿porqué aún reconozco tus pasos?
y a veces me vuelvo y no eres.
Conozco tu forma de pensar y sentir,
conozco tu odio por la mañana,
y tu dicha por la noche,
desearía no tener tan buen oído,
desearía que las luces se murieran,
que las luciérnagas se aniquilen entre ellas.
Que los insectos se tornen a la tierra y a los árboles,
que los ciempiés se escondan bajo las rocas o los troncos húmedos
las hojas sean crujientes por toda la eternidad,
que el agua pare de ser tan pura y transparente,
que me dejen de producir cosquillas lo que cae de los pinos,
cambia de color de verde a café y pica,
pica en la espalda y pincha.
Tengo mariposas
tengo mariposas en mi estómago
en mi mente y en mis manos
en mis pies y en mi cuello.
Dueña soy de otro frasco lleno de ellas
las agito para que rabiosas me ataquen
las doy vuelta y las obligo a devorar a sus víctimas
tengo otro puñal de ellas
una jaula no de pájaros
si no, de tinieblas
tinieblas del medio día
de la media noche
de la madrugada.
Jacinta
Jacinta viste un vestido rojo
Jacinta no viste un vestido rojo
Jacinta usa un abrigo rojo
Jacinta no usa un abrigo rojo
Jacinta es de tez morena
Jacinta es hija de eslavos
Jacinta peina su delicada cabellera
Jacinta no tiene cabello; es calva
Jacinta cree en el amor
Jacinta no sabe amar
Jacinta tiene miedo y llora
Jacinta es el no- ser más frio
Jacinta vive el da-sein
Jacinta no sabe nada del Existencialismo
Jacinta goza con leer
Jacinta no sabe unir la m con la a
Jacinta lee a Rimbaud
Jacinta lo lee Verlaine
Jacinta tiene novio
Jacinta está casada
Jacinta es monja
Jacinta es tu hermana
Jacinta no existe
Jacinta no es real
Jacinta si existe!y también puede amar!
Jacinta quiere su durazno.
R
Olvido sin sentir rencor
A veces suelo hablar con los muertos,
otras veces con los no-vivos.
Recuerdo un día de invierno
donde todo estaba cubierto de
fría y dura escarcha
al otro día mi hija despertó muerta
con las plumas rígidas y los ojos abiertos.
A Rosita, una pollita que tuve en la infancia.
miércoles, 20 de agosto de 2008
Se tiene una taza de té en la mano izquierda
un cigarro imaginario en la otra mano.
Tiene una pañuelo entrelazado a su fino cuello
una arruga en la frente que le llega a los pies.
Coge de un brazo y de una clavícula
Coge a ratos de espíritu y razón.
Implora a Cronos su regreso
Implora para que la coma.
Como Cronos devoró a sus hijos, uno por uno
Devoraré los recuerdos, para quedar sólo uno.
Ese Uno, fue Zeús
Ese Uno, fuiste y serás Tú.
miércoles, 25 de junio de 2008
Realismo Social y Crítico
“La Compuerta Número Doce” y “El Alma de la Máquina”
De Baldomero Lillo
Vida del Autor
Baldomero Lillo Figueroa nace en la VIII región, el 6 de enero de 1867. Hijo del matrimonio conformado por José Nazario Lillo Mendoza y Mercedes Figueroa y fue ésta quien le enseñó a leer y su padre quien le inculcó la lectura. Estudió en Bucalebu, luego se trasladado la familia Lillo a Lebú e ingresó al Liceo. Ésta época del liceo fue la más enriquecedora pues entró al mundo de la lectura de grandes de la literatura como; Julio Verne, leyó el Quijote y también Martín Rivas y algunos chilenos como Benjamín Vicuña Mackena y Barros Arana. Tuvo algunas afecciones a su salud y debió dejar sus estudios que tampoco le interesaban tanto y entró a trabajar en “La Quincena”, una pulpería en Lota. Fue en los ratos libres que le otorgaba su nuevo trabajo donde se empezó a gestar su actividad literaria convirtiéndose este lugar en el escenario de su obra. Contrajo matrimonio con Natividad Miller y tuvieron cuatro hijos. Su hermano Samuel le consiguió un cargo administrativo como oficial al Segundo de la Sección Universitaria en 1899, en la Universidad de Chile. Fallece su madre y después de dos años queda viudo a cargo de sus cuatro hijos. Muere en San Bernardo, el 10 de septiembre de 1923 aquejado de una tuberculosis pulmonar crónica.
Premios y Obra
Gana el primer premio con “Juan Fariña” bajo el seudónimo de Ars. En 1904 publica Sub Terra. En el mismo año SubSole resulta premiado bajo otro seudónimo Danko en un concurso organizado por El Mercurio. Escribió en Zig-Zag, Pacífico Magazine y Las Últimas Noticias y El Mercurio.
-Subterra, 1904.
-Subsole ,1907.
-Proyecto inconcluso, fallido sobre la matanza en la Escuela de Santa María de Iquique.
Obra Póstuma:
- Relatos Populares reunidos por José Santos González Vera publicados en 1942.
-El hallazgo y otros cuentos del mar, 1956. José Zamudio continuó la labor de González Vera
- Pesquisa trágica, 1962.
- Relatos Populares reunidos por m José Santos Vera publicados en 1942.
Realismo y Realismo Social
Debemos tener presentes las dos acepciones como de Realismo. La primera es una ligada a la Literatura extranjera que resulta ser restringida por tiempo y en países como Francia e Inglaterra y la segunda acepción va directo a toda producción literaria que posea y forme una suerte de espejo de la realidad. El Realismo surge como bien sabemos en Francia como una reacción a la estética Romántica que velaba por el sentimentalismo y lo especial. El gran cambio que realizarán estos escritores, y será una característica propia de ellos, es que deciden lanzarse a la calle para encontrar sus temas para sus novelas. Se tiene que tener también presente que los personajes del Realismo no son seres sobrenaturales insertados en mundos extraños ni en situaciones anómalas a la realidad; son personajes como todo el resto de los mortales, que pueden resultar casi reales. En el Realismo se mantiene una actitud crítica frente a todo, problemas políticos, sociales, económicos que entienden perfectamente que en lo particular se encuentra lo universal. El escritor expresa lo que cree o siente por real. No son documentalistas ni periodísticas ni testimoniales, pese a que en el caso de la obra de Lillo algunos apoyan tomar como una obra documental su legado literario.
Se ha criticado al mismo Realismo de un exceso de detalles, descripciones innecesarias, obscenidades y escenas muy explicitas en el aspecto sexual de la narración dependiendo del caso. Pues para Moretic en “El Nuevo Cuento Realista Chileno” lo que impulsa, el motor del Realismo viene a partir de las clases más marginadas, del Proletariado, de las ganas de hacer revolución, que levantaría al Realismo, en callar a las clases más pudientes y darle voz al Otro, pues se quiere conocer cabalmente la realidad y también modificarla y tiene que ser realista.
El Realismo Social surge al principio como un movimiento pictórico de EE.UU. en la década de 1930 debido a la Gran Depresión, al Crack Bursátil, tal acontecimiento y todo lo que generó esta inmersión progresiva llevó a un número de pintores a plasmar en el lienzo sus inquietudes con respecto a lo que acontecía en su país. Utilizan esto como un medio de manifestación y de protesta con alto sentido crítico. Pese a que no hay una concordancia temporo-espacial el Realismo Social de Lillo está presente gracias a sus habilidades ultra desarrolladas de saber y escuchar intensamente.
En SubTerra es una novela desde las profundidades, se ve la vida sub-humana que llevan estos tristes y resignados hombres a causa de la mina y su actividad rutinaria. Acá vemos el
Realismo Social, ese realismo que resulta ser crítico y que tiene voz y hace un llamado ante triste, inevitable y trágico destino que tienen los mineros del carbón y sus familias. Se puede también inferir estos escenarios no sólo de lo que el autor presenció y quiso dar voz y letra, sino también de su propia idiosincrasia, de su condición no permanente de salud, de sus debilidades.
Comprendemos y no estaría listo nuestro trabajo como lector si es que no asimilamos la dureza del trabajo con la que debían lidiar que finalmente producía una desintegración no sólo en los animales que eran utilizados para las diferentes faenas sino, también para el mismo Hombre. Los hombres se van desintegrando en la medida que les truncan su futuro, les coartan las ganas de querer más, de levantarse y sólo les queda penumbras siendo víctimas del egoísmo y ambición de otros de la clase más hegemónica. Acá quienes trabajan sometidos a un superior mantienen la lógica de; “trabajar, padecer y morir” como los expresa Montt y Orlandi en su Historia y Antología de la Literatura Chilena.
En SubSole los escenarios y situaciones están ambientados a ras de suelo donde llega la luz del Sol, ese Sol ausente en SubTerra. Acá Baldomero Lillo escribe a partir de formas de trabajo y de cómo viven dentro aquellos que integran el universo campesino. Al autor se le criticó luego de publicado los cuentos el poco manejo que tenia de aquello que estaba narrando al igual de un débil y restringido uso del lenguaje. Pese a que fue criticada la novela en el momento de su publicación, este es un libro con una temática mucho más amplia que SubTerra. Lillo escribía a partir de algo real, tuvo entereza, vigor y fuerza para rescatar la verdad en cada hecho que presenció, con su sensibilidad exacerbada encontró al hombre que trabaja en el campo, al pescador y también al minero. Vigor y honestidad es lo que hace única estas obras.
El Alma de la Máquina.
En este relato se lee a un personaje que está totalmente alienado con la máquina. El Maquinista viste su traje de dril azul que trabaja medio día seguido, sin descanso, sin amparo. Aquel sujeto no da indicios de su condición de Ser-Hombre, es objeto de envidia de algunos de la planta, lo envidian por su condición al no tener que trabajar igual de duro que los demás, pues sólo existe para él, la máquina y él mientras los otros lo contemplan a sabiendas que le queda más trabajo, que viene el ascensor, los espera para reiniciar una vez más la ardua y tediosa tarea. El Maquinista pareciese estar sobre un trono, dando órdenes como un semidios y mirando a los demás como vasallos, y son estos los que nunca entenderán la tarea del Maquinista.
Deja un momento de ser humano, su cerebro se detiene, para realizar su labor a la perfección, reduciéndose en cálculos y medidas y que no apoya las revoluciones u otro tipo de manifestación que pueden llegar a ocurrir si él se descuida. Es un ser que no cae aún en la calidad de Ser, está sujeto, reducido y para él todo se inmoviliza, su atención automáticamente parece irse a otras esferas mientras está trabajando. Luego irrumpe la llegada de la hora del término de la jornada, todos los hombres salen de su puesto determinado de trabajo como hormigas desorientadas y torpes. El Maquinista debe iniciar su proceso para entrar en su estado cotidiano, y de a poco deja de ser un sujeto anulado. Luego del trabajo ya es un Ser, vive, siente, piensa y tiene una vida.
Por eso sus pupilas, su rostro, su pensamiento se inmovilizan. Nada ve, nada oye de lo que pasa a su rededor, sino la aguja que gira y el martillo da señales que golpea encima de su cabeza. Y esa atención no tiene tregua.
La Compuerta Número Doce.
Se lee la precariedad de los que integran esta colección de cuentos. Acá está presente lo cruento que es vivir para y por la mina. El escenario, lo externo está en estrecha relación con lo que acontece al interior de los personajes, es decir, lo que ocurre en la mina es una prolongación de lo que ocurre en el sujeto. Vemos a un niño, Pablo quien ese llevado por su Padre pues ya está en edad de trabajar y debe ganarse el pan para él y su familia. Atrás quedan risas, juegos e inocencia. Atrás quedan anhelos, sueños y risas, todo parece ahora ser reemplazado por ganarse un lugar en la mina y ser un Hombre, un obrero.
Debía ejercer y sólo el saber que se volvería a casa con su padre era signo de pertenencia a eso que existía fuera de ese mundo lúgubre, triste y desolador. La lectura de este cuento es violenta pues se leen a personajes que están determinados a vivir gracias a la mina y que ésta es la única escuela. Forma y destruye hombres. Les da vida, vida de obreros, vida de hombres sostenedores de sus casas y también les da muerte.
Los obreros se miraron satisfechos. El novato era ya un portero experimentado, y el viejo, inclinado a su alta estatura, empezó a hablarle zalameramente: él no era ya un chicuelo, como los que quedaban allá arriba que lloraban por nada y están siempre cogidos de las faldas de las mujeres, sino un hombre, un valiente, nada menos que un obrero, es decir, un camarada a quien había que tratar como tal.
Estética
Lillo sentía una gran admiración por Benito Perez Galdós, Dostoievski, Tolstoi y Guy de Maupassant. A éste último lo veneraba por unir la nostalgia y tristeza junto con lo jocoso y saber perfectamente como darle vida y movimiento a la lectura. Anteriormente me referí a la condición de su mala salud que se ha estudiado que puede influir en su temática. Siendo de muy pequeño incursionó en la literatura y tu mundo escritual es una recopilación de lecturas previas de otras novelas que le tienen que de alguna u otra manera influido para encontrar su sello, al igual que las experiencias relatadas por su padre, y lo que el vio en carne propia cuando trabajó de pulpero. Lillo escribe a partir de algo cierto y de estas ganas por darle espacio a esas voces apagadas. Con la publicación de SubTerra y SubSole, vino allá por 1909 un interés por escribir sobre la matanza en Iquique y he aquí un momento importante y una reacción de su parte que nos permite dilucidar un tanto sobre la personalidad del autor y su concepción de creación ya que se supo él mismo incapacitado para escribir esta novela, pese a las ganas, incluso expresadas en un discurso en la Universidad de Chile, luego de haber ido a la zona de la masacre, no pudo escribirla, estaba imposibilitado por su no dominio de la zona, de lo que ocurre, pese a que compartió con gente del lugar, investigó, se informó, se sumergió en un silencio que lo acompañó hasta la hora de su partida en 1923. Tal descubrimiento lo afectó más aún cuando reflexionó que no sólo era que no supiera todo fervientemente, sino que carecía de un estilo lo arroje a encontrar una nueva propuesta estética.
El arte nace realista y no se entiende de otra manera. Síntesis de la experiencia humana, del trabajo, del carácter social del hombre y de su individualidad condicionada por ese carácter, no tiene, no puede tener, un contenido ajeno al hombre y a su realidad. Además, en cuanto forma de conocimiento, mientras mejor sintetice la realidad, más elevada será la categoría estética que alcance.
Se debe entender a Lillo desde una lectura de denuncia social y de un llamado a hacer justicia, deseaba saciar su sed de justicia, escribí quiso escribir cuando algo era merecedor de contar. Baldomero Lillo fue un autodidacta, influenciado por el Naturalismo que utiliza constantemente un narrador en tercera persona y omnisciente. Con una expresión sobria, gran drama, sencilla, clara en lenguaje, libre de adornos y elementos gratuitos. Con personajes como buen realismo, personajes cotidianos en una realidad que marcó la historia de la minería en Chile y la historia en la Literatura Chilena.
viernes, 20 de junio de 2008
$30 al Cartero
Estaba yo un día caminando por los pasajes de la Villa Orquídea, y me topé con una verdadera Flor, la flor más bella que pudo haber brotado de la tierra; Jacinta Lira, mi preciosa Jacinta, supieras cuanto te adoro. Tantos años queriéndote y yo acá en silencio.
¡Ay que me duele el pecho!, no me sentía así desde que tu madre tuvo tantas complicaciones para tenerte, pero esa vez fue diferente. Aurora, sabes, quiero contarte algo. Algo me dice que debo contártelo a ti y sólo a ti. Tú eres la única que me entenderá, pero no sé si deba. No quiero que pienses mal de tu abuelita que te quiere tanto. Mira, yo quiero al viejo, a tu abuelo, pero siempre estuve enamorada de un hombre que nunca me amó. Cuando yo tenía como ocho años cuando lo conocí y desde el primer momento que lo vi supe que desde ese momento estaría condenada a quererlo. Estaba completamente segura de eso a pesar que no sabía mucho de amor, sólo conocía el amor que cantaban en las canciones, el que me leía en los libros y el que veía entre mis padres. Eso era lo único que sabía, que lo amaba, mientras aún jugaba con mis muñecas y me sorbeteaba los mocos. Él voló directamente a mi corazón cuando tenía diecisiete años y claramente jamás se fijó en una niñita como yo. Nunca me miró.
Estuve años amándolo en secreto, décadas, casi toda una vida estuve enloquecida hasta las patas por él, pero por esas coincidencias mariconas de la vida, disculpa mi niña, terminé casándome con su hermano. A mi nadie me obligó, eso lo tengo clarito y yo ahora puedo decir sin problemas que quiero a tu abuelo, pero tú no sabes por todo lo que he pasado mi niña, era horrible, imagínate, casada con un hombre que no amaba, le dije que sí porque me brindaría seguridad y tal vez me podría enamorar de su amor por mí, no de él. El amor me sale hasta en la sopa.
Era espeluznante las noches cuando se metía a la cama con los pies helado, ¡qué hubiese dado yo por sentir esos pies helados junto a los míos si tan sólo hubiesen sido los de Él!, pero no, eran los de Heriberto.
Me daban retorcijones de guata cada vez que tu abuelo me empezaba a tocar, me producía náuseas, temblaba, pero no de ese temblor rico y esas rosquillitas que te produce esa persona especial en tu corazón, bueno ¡qué vas a saber tú si eres muy chica para esas cosas! ¡Oye!, pásame las zanahorias. En fin, como te decía, me ponía a temblar cuando me tocaba y cuando estaba arriba mío y sentía su peso, imaginaba que era mi amor de niñez que venía a acompañarme y a rozar mi cuerpo con sus labios tibios y me diría al oído; “Te adoro Jacinta y será así siempre”. Luego me acosaba la culpabilidad terminada la sesión monótona, me daba vuelta y fingía dormir. Prefería esperar que se durmiera el viejo primero, pese a que no me podía concentrar para dormir después con sus ronquidos.
Cuando ya estaba segura de que dormía lo quedaba mirando intentado buscar en mi interior alguna pizca de algún sentimiento puro y sincero hacia él. A pesar del intento sólo lograba ver al principio un monstruo que abusó de mí. Decidí casarme con él pese a que siempre tuve presente al otro a quien le mandé miles de cartas, le tienen que haber llegado, de lo contrario me las hubiesen devuelto.
Le mandé doscientas cartas, y entre julio y octubre intenté entrar a su casa los días siete y catorce de cada mes. ¿Que qué me llevó a hacer eso?, pues la desesperación, una mujer enamorada es un peligro andante y más aún cuando está dolida. Raro era estar dolida si Él nunca me hizo nada, por eso sufría. Los días en que tu abuelo salía más tarde de la pega yo aprovechaba de ir a su casa. Le escribí cartas, versos, le contaba lo que estaba haciendo, las rosas que plantaba, de lo lindo que estaba creciendo la uva en el parrón, le describía lo bello que cantaban los pájaros, le describía los sueños que tenía con Él, le decía lo que sentía dentro de mí, lo que iba a cocinar, una que otra copucha de las vecinas, incluso le conté de ti también Aurorita.
Jacinta tus cartas, yo me enamoré de tus cartas, tan delicadas y sinceras. Cuando escribes es como si lo hicieras desde el corazón y del estómago a veces, siento que te conozco tan bien, pese a que yo no era y nunca fui el destinatario.
Me las quedé, las retuve como si con tal acto tuviera algo de ti. Todo lo demás honestamente no me importa, quiero que estés acá conmigo, con este simple cartero.
Cuando Él murió, creí que yo le seguiría, pero todo cambió, pensé que no soportaría su partida y para mi extrañeza, aquí me tienes. Aún sigo casada, aún soy esposa, madre, abuela, soy mujer y aún pienso en Él. Le prometí cuando fue el entierro que nunca lo dejaría ni se sentiría solo, la Virgencita fue testigo de tal promesa. Todas esas cartas fueron escritas acá, en esta cocina mientras revolvía con la cuchara de palo, ahí me inspiraba. Entre pimientos y rábanos, entre huevos y carnes fue madurando mi sentir. Le mandé doscientas cartas, y no sé que pasaron con todas ellas, ojala las haya leído y reído si era el caso, o llorado o por último hastiado y que alimenten sólo unos breves segundos el calor de la chimenea.
Si tan sólo fuera yo objeto de tu amor inmenso y desinteresado, si tan sólo me miraras de otra forma cada vez que me entregas los treinta pesos que es lo que corresponde, pero tú con una sonrisa me das más propina y de paso, un vaso de jugo hecho por ti acompañado de alguna de esas galletitas recién horneadas con tus manitos que parecen delicados pétalos. Me tendré que seguir resignando a la reciprocidad de tu amor.
La última vez que intenté entrar fue el siete de octubre y al día siguiente murió, lo supe antes que el resto, porque me vino a ver y me dio las gracias. Yo iba todos los domingos por la mañana con mi ramo de rosas rojas al cementerio. Y yo te cuento todo esto porque eres mi nieta favorita y me da lo mismo que seas sordomuda.
miércoles, 18 de junio de 2008
"Los extravios de su mirada"
Al momento de leer los cuentos que integran “Los Extravíos de su mirada” es posible introducirse al imaginario escritual de su autora. Con un lenguaje simple y directo, sin vacilaciones ni confusiones se entiende muy bien el mensaje de este libro de cuentos cuyas temáticas rondan entre la Memoria, el Recuerdo, la Muerte, la Homosexualidad, la Sexualidad, los Seres Perdidos, el Suicidio, el Amor, la Violencia, el Olvido y la Soledad son las temáticas tratadas que resultan ser una constante desde el principio a fin de la lectura.
Su honestidad y transparencia a la hora de contar algo es perceptible a cualquier ojo. Desde el momento en que ella decide darle el espacio para que estas voces provenientes de la otredad se expresen se demuestra su interés por que todo lo que uno entiende como marginal, todo lo que es visto como un otro desde una minoría hasta un pensamiento diferente de cualquier estilo son manifestaciones honestas de lo que a la autora le conmueve y le inquieta.
Vemos por ejemplo en “Vendrá la muerte y tendrá tus ojos” el quiebre vital que se produjo en el Chile de la dictadura, se trata la muerte, de los desaparecidos, de los muertos en vida y hay además una historia de amor y clandestinidad, de un abrir y cerrar puertas donde su narradora se muestra altamente meditabunda. En “Vuela Pedazo Vuela” es un relato con alta concentración de tensión de parte de la protagonista que debe lidiar con el encierro, con lo contradictoria que resulta ser la vida, nuevamente el amor, con el asesinato y con ello la muerte. “Ese mar que tranquilo te baña” surgen nuevamente los recuerdos, la nostalgia de este hombre que extraña su tierra natal, la homosexualidad, el travestismo que puede ser interpretado también con la noción del enmascaramiento, mostrarnos de una forma y ser de otra determinada, en este relato esta la presencia del maquillaje, que seria interpretado como un tapar, un maquillar ciertos eventos, ciertas situaciones o emociones del narrador. Hay un alto contenido erótico y está la sensualidad también. Se señala un conflicto amoroso, al igual que en la mayoría de los cuentos que integra este libro esta la presencia de lo femenino y de las voces femeninas quienes se apoderan de casi todo el libro, como bien mencionó Flavia Radrigán en la entrevista darle voz a estas mujeres y situaciones que ella vivió y presenció en directo. Estos tres cuentos son solo por nombras los diez restantes que abordan tópicos similares acompañados de la soledad, el abandono, lo popular, lo marginal, la figura de la mujer en la actualidad y el no-más que todas parecen apoyar lo que la convierte en una escritora y dramaturga en estrecha relación con sus personajes que son una prolongación de lo que ha vivido ella como mujer, como chilena en el extranjero, como el peso de ser “hija de…” , de los episodios en su vida, de la gente que entra y sale constantemente de nuestros corazones.
domingo, 15 de junio de 2008
La Perfida Manzana 666
“Viña del Mar sale al mundo en alas del Festival…un verano bonito a pleno sol, Chile entero cantando a todo pulmón… no te pierdas el Festival... no te pierdas el Festival”. Pues Viña del Mar, no es sólo Viña, no es únicamente la ciudad Jardín, o la ciudad de playas, sinónimo de turismo, de vacaciones y clima cálido eterno, no es sólo sinónimo de bikinis, de palmeras, de gente liviana de ropa, no es la ciudad de las victorias, de los juegos mecánicos del estero, del cuiquerío característico, ni el Palacio Carrasco, ni el Rioja, ni el Vergara, ni el Casino, ni el Parque de la Quinta Vergara ni el Teatro Municipal del Festival Internacional de la Canción. ¿Acaso nos representa esa gaviota de plata y de oro?, ¿nuestra identidad radica en ello? Pues no. Complejo resulta hablar de “Identidad viñamarina”, porque es tan relativo como en todos los lugares.
Por otro lado Viña del Mar también ha sido reconocida por su vida nocturna, la bohemia real radica en el bello Valparaíso, Viña de algún modo siempre se ha visto desplazada y opacada por ese “Je ne sais pas” que tiene el Patrimonio de la Humanidad, ese misticismo de la “Joya del Pacífico” ese enigma que a tantos encanta como desencanta. Viña del Mar, en ese aspecto ha vivido a la sombra de Valparaíso, pero Valparaíso vive a la sombra de lo que proyecta Viña del Mar como ciudad turística.
Por todo el sector Poniente, cerca de la costa, de la concurrida Av. Perú y San Martín están los más exclusivos locales nocturnos de la ciudad jardín donde sus clientes habituales son cierto tipo de gente determinado, turistas, nacionales y extranjeros, gente que vive por los nortes, curiosos, consumidores más seguidos. También está la vida nocturna del Reñaca, de todos esos localcillos donde hierve el pendejerío y el cuiquerío mismo, pero no viene al caso referirme a ellos, me interesa otro sector; la llamada Manzana 666, el cruce entre la Av. Valparaíso y Von Schroeders en nombre del doctor don Teodoro Von Schroeders.
Tal ilustre extranjero proveniente de Lituania fue dueño de gran cantidad de terrenos en el sector oriente de Viña del Mar. Luego de su muerte a principios de la década del 20 el presidente de la época Carlos Ibáñez del Campo nombró tal intersección de calles en honor del médico fallecido, no obstante si supiera en qué está convertido ese sector que lleva su nombre estaría revolcándose en su tumba. Pues se ha dicho de todo lo que pasa y lo que no pasa en la Manzana 666, ya con ese número tan simbólico nos da un adelanto, nos prepara en una antesala con lo que sucede. De día hay mucho tránsito, variados locales nocturnos abren luego de las cuatro de la tarde, hay botillerías, sucuchos de comida rápida de dudosa procedencia y cero sentido de la higiene, un quiosko de diarios y revistas, residenciales y el legendario “TodoLibros” que para en mi calidad de alumna de literatura me resulta un verdadero paraíso pues los libros los venden a muy buenos precios y se encuentra de todo tipo de literatura. En el escaparate conviven las novelas de Bukowski, de Jorodowsky, Bolaño, Freud como también libros de Astrología, Horóscopo Chino y recetas culinarias Chilenas, paso por ahí, aún no se ha oscurecido y veo a dentro a dos jóvenes, entro pregunto por unos libros de Juan José Millás que no los tienen. Me quedo observando esa dicotomía tan fuerte del mundo de la lectura y el momento en que el carrete se empieza a formar. La belleza de ese contraste tan fuerte me resulta a ratos poética; alcohol y libros. ¿Qué mejor? Uno de ellos sale es un tipo medio lana, con su polola lana también con vidas lanas e intereses lanos, andaban buscando algo del buen Nietzsche. Me acerco a ellos para preguntarle que opinaban de esta famosa esquina, en su asombro me dicen que pasan más seguido por acá, pero para comprar libros que están a bajos precios, pero que no les gusta el carrete de los locales que están por acá.: “Sabes hermana, ( ya me trata de hermana si no soy su hermana), acá hay mucha violencia, mucho exposición gratuita, porque ya a muchos les da miedo andar por este sector ya sea de día, más de noche, ya no hay seguridad, tú no sabí lo que te puede pasar si salí medio tocao de un local, te ven mal y ahí se te tiran encima y dejan pato cachai?, yo pa exponerme, como te digo, de esa manera no estoy”. Su polola interrumpe agregando a lo que su pololo dijo: “Mira se ven constantemente riñas, vienen los pacos, empiezan a confiscar, entran a los locales, piden carnet para verificar la edad y si alguien está consumiendo algo ilícito, ya no se puede carretear tranquilo ¿ves?, la misma gente, los mismos delincuentes han echado a perder este lugar y ojala que no siga más así porque sería una desventaja pa Viña que tanto lucha por el turismo y la wea y las autoridades que no hacen ná”.
Me inquieta lo que me acaban de decir estos lolitos estudiantes de artes, porque yo también he visto y presenciado riñas violentas, me han pedido el carnet, realmente se ven sucesos fuertes, tal esquina ha sido punto neurálgico de prostitución, de narcotráfico, de punto de encuentro de bandas tanto de Skinheads, Neonazis y grupos violentistas.
Ahora es sinónimo de carrete, de juventud descarriada, de gente que luego de la pega, o luego de clases baja y cae en las tentaciones de pasar un buen rato acompañado de alguna rica y helada cerveza pues hay locales para regodearse Square, Urbano, La Comarca, Arica, Rua, Spartako, Balmaceda, Stone… a la vuelta, por Viena está el legendario Vienés, Fusión y el siempre top Journaly otros antros subiendo Agua Santa.
Quedé de juntarme con un amigo, y decidí entrar al Urbano, un local que regularmente voy desde que entré a la universidad, acá estoy sentada con calor y me pedí un shop de medio de cerveza Del Puerto directamente de Valparaíso, sabrosa y helada, acaramelada o rubia y con licor de cacao, ¿qué mejor?. Mientras espero contemplo y quedo anonadada por la amplia providencia del Señor.
Un sujeto se me acerca, por favor que no se vaya a sentar a mi lado, tengo una suerte de imán para aquellos que andan medios arriba de la pelota, un amigo me dijo que quizás muchos ebrios se me acercan porque encontrarán que tengo cara de simpática, me acordé del comentario de mi amigo e inmediato fingí la cara más pesada que alguien podría tener esa cara de “no te me acerques insulso”; nada, no funcionó. Se me acercó igual e irrumpió con un “Hola, me puedo sentar” mientras sonaba el último éxito de la ex princesa del pop, actual cantante en rehabilitación y representante fiel de la decadencia; Britney Spears, pues si hasta la música se ha echado a perder en el Urbano; pop, ¿qué es eso? Continuo, ante la negativa rotunda de mi parte este sujeto no la toma en serio y se sienta me empieza hablar como creyendo si yo estuviera muy interesada.
–Luis, Luis es mi nombre, me preguntaba si me puedo sentar contigo.
Este individuo creía que con un simple nombre ya no sería un extraño, y por su aspecto estaba claro que se encontraba “envinado”. Se sentó a mi lado y empezamos a hablar sobre la concurrida y maldita Manzana 666. “Mira, yo por lo general no carreteo en Viña, me carga o sea me cargan estos locales de por aquí,, pero salí de la media prueba y como creo que me fue bien, nos vinimos con unos amigos a celebrar, aparte estudio por acá cerca, así que piola”. Mencionó a unos amigos, compañeros de su universidad, yo miré para todos lados y éste Luis estaba solo.
Continúa…”Bueno nos fuimos a otro local, fuimos al cerro castillo a tomarnos su vinito loco y después quisimos bajar y heme acá esos weones mamones se tuvieron que ir. Le pregunto cómo definiría este sector de Viña y arroja un rotundo; “Picante y peligroso, yo carreteo más en Reñaca, allá tu cachai a todos, aquí vienen puros giles cumas, pero más aún son las mochas que se arman de la nada, yo no soy bueno pa pelear, pero si me toca, me toca no más”.
Se me pierde un poco este sujeto Luis, mi amigo llega y decidimos ir a otro localcillo.
Ingresamos al ex casino chico, que alguna vez también fue el “Andino”, ahora llamado “La Comarca” que de la localidad de origen de los hobbits de Tolkien no tiene nada. Ya había entrado algunas veces y cada vez que salía de allí me decía; “No volveré a entrar nunca más”, igual me veía sentada en una silla, pidiendo una cerveza y dos vasos. Hay poca gente, miro hacia la ventana y gente entra y sale de los locales en un estado poco cristiano, pero no siempre es así. La música empieza a sonar, tocan en vivo unas bandas tributo a Nirvana y Alice In Chains
Antro de dealers
Entra un caballero solo con una pinta notable entre oficinista y rockstar, rara mezcla, se sienta a la mesa continua y pide una piscola, nos mira y nos sonríe. Empieza la otra canción…”Smell like teen spirit” realmente odio esa canción, podrá ser un himno para la juventud perdida de principios de la década de los noventa, símbolo del aburrimiento y desilusión de una juventud bucólica, yo debo aceptar que fui un adolescente de jeans y chalecos rotos desde octavo básico y segundo medio, pero me duro lo que dura una lec
Pues hasta foros hay de recomendaciones del carrete viña marino
El caballero pide otra piscola, otra y otra, se las toma como si fueran jugos naturales y empieza a chiflar a la banda, empieza a gritar :”Pink Floyd”, “Pink Floyd”, me produce mucha gracia, tal individuo quizás se veía en el Playa pidiendo seguramente algún cover de Pink Floyd, pero no en el ex casino chico. “Tóquense algo de verdad poh chiquillos, algo de verdadero rock spirit”, lo invitamos a sentarse en nuestra mesa, yo dudo un poco porque con estos tipos nunca se sabe, y empezamos a hablar los tres sobre música primero, el tipo era una enciclopedia musical por lo que llamó mi interés, nos contaba que de vez en cuando viene por estos locales, que trabaja en un banco, pero que su sueño frustrado fue haber sido rockero, con eso me acordé de mi viejo quien ralla por los Rollings Stones, su vida era muy de canción monótona de un grupo malo, pero la música le daba esa frescura.
jueves, 12 de junio de 2008
El Viaje
Schwenke y Nilo
jueves, 5 de junio de 2008
$30 al Cartero
Jacinta, mi bella Jacinta, supieras cuanto te adoro. Tantos años queriéndote y yo acá, en silencio.
¡Ay que me duele el pecho!, no me sentía así desde que tu madre tuvo tantas complicaciones para tenerte, pero esa vez fue diferente. Aurora, sabes, quiero contarte algo. Algo me dice que debo contártelo a ti y sólo a ti. Tú eres la única que me entenderá. Mira, yo quiero a tu abuelo, pero siempre estuve enamorada de un hombre que nunca me amó. Cuando yo tenía como ocho años lo conocí, desde el primer momento que lo vi me dije: “ah cagué” y así fue, él voló directamente a mi corazón. Oscar tenía diecisiete años y claramente jamás se habría fijado en una niñita como yo y nunca me miró. Estuve años enamorada hasta las patas de él, pero por esas coincidencias mariconas de la vida, disculpa mi niña, terminé casándome con su hermano. Yo quiero a tu abuelo, pero tú no sabes por todo lo que he pasado, era horrible, imagínate, casada con un hombre que no amaba, le dije que sí porque me brindaría seguridad y tal vez me podría enamorar de su amor por mí, no de él.
Era espeluznante las noches cuando se metía a la cama con los pies helado, ¡qué hubiese dado yo por sentir esos pies helados junto a los míos si tan sólo hubiesen sido los de Oscar! Me daban retorcijones de guata cada vez que tu abuelo me empezaba a tocar, temblaba, pero no de ese temblor agradable y esas rosquillitas, bueno ¡qué vas a saber tú si eres muy chica para esas cosas! ¡Oye!, pásame las zanahorias. En fin, como te decía, me ponía a temblar cuando me tocaba y cuando estaba arriba mío y sentía su peso, imaginaba que era mi amor de niñez que venía a acompañarme y a rozar mi cuerpo con sus labios tibios y me diría al oído;”Te amo y siempre te he amado Jacinta”. Luego me acosaba la culpabilidad terminada la sesión monótona, me daba vuelta y fingía dormir. Prefería esperar que se durmiera él primero, pese a que no me podía concentrar para dormir luego con sus ronquidos. Cuando ya estaba segura de que dormía lo quedaba mirando intentado buscar en mi interior alguna pizca de amor, pero en él veía sólo a un monstruo que abusó de mí. Decidí casarme con él pese a que siempre tuve presente a Oscar a quien le mandé miles de cartas, le tienen que haber llegado, de lo contrario me las hubiesen devuelto.
Le mandé doscientas cartas, y entre julio y octubre intenté entrar a su casa los días siete y catorce de cada mes.
Elegí esos días pues él tenía setenta y nueve años en ese entonces y yo setenta, nuestras edades sumadas dan ciento cuarenta y nueve, 149, si sumas un 1+4+9 el resultado es 14 y la mitad de 14 es 7. Va más allá de una cosa de la numerología. El 7 es número y así me gusta en signo, no en palabra.
Jacinta tus cartas, yo me enamoré de tus cartas, tan delicadas y sinceras. Cuando escribes es como si lo hicieras desde el corazón y del estómago a veces, siento que te conozco tan bien, pese a que yo no era y nunca fui el destinatario.
Me las quedé, las retuve como si con tal acto tuviera algo de ti. Todo lo demás honestamente no me importa, quiero que estés acá conmigo, con este simple cartero.
Cuando Oscar murió, todo cambió, pensé que me moriría con él y para mi extrañeza, aquí me tienes. Aún sigo casada, aún soy esposa, madre, abuela, soy mujer y aún pienso en él. Le prometí cuando fue el entierro que nunca lo dejaría ni se sentiría solo, la Virgencita fue testigo de tal promesa. Todas esas cartas fueron escritas acá, en esta cocina mientras revolvía con la cuchara de palo, ahí me inspiraba. Entre pimientos y rábanos, entre huevos y carnes fue madurando mi sentir. Le mandé doscientas cartas, algunas las leyó, otras no, lo sé pues su esposa guardó algunas y me increpó, vieja bruja esa, pero es buena persona y está más sola que un dedo ahora. Dicen que se volvió loca y otros dicen que la loca soy yo, la verdad es que yo prefiero seguir pelando estas zanahorias.
Si tan sólo yo fuera el objeto de tu amor inmenso y desinteresado, si tan sólo me miraras de otra forma cada vez que me entregas los treinta pesos que es lo que corresponde, pero tú con una sonrisa me das más propina y de paso, un vaso de jugo hecho por ti acompañado de alguna de esas galletitas recién horneadas con tus manitos que parecen delicados pétalos. Me tendré que seguir resignando a la reciprocidad de tu amor.
La última vez que intenté entrar fue el 7 de octubre y al día siguiente murió, desde ese día iba todos los domingos a visitarlo al cementerio. Y yo te cuento todo esto porque eres mi nieta favorita y me da lo mismo que seas sordomuda.
viernes, 30 de mayo de 2008
Lo cierto es que era un buen tipo, pensó, alguno de los suyos que ahora sería del resto concluirían eso, ya no había tiempo para ponerse reflexivo y no había espacio para la metafísica. Justo cuando sentía menos atracción por ese extraño que le seguía le pagó con esto; un maldito disparo en la espalda. Se indispuso rápidamente, creyó desvanecerse en el aire, caería al suelo como un saco de plomo, solo, nadie lloraría por él, nadie se espantaría por tal crimen originado de la nada, seguramente investigarían sólo por cumplir, pero ahí quedaría, en un paréntesis eterno, como muchos asesinatos. Ninguna alma se apiadaría de él y le iría a dejar un ramo de flores desteñidas, que se volverían hediondas con ese olor tan característico de los cementerios; olor a claveles y crisantemos podridos. Detestaba ese aroma, pero ahora lo deseaba con ansias ya que quería ser visitado, no estaba seguro de eso, ningún cristiano lo visitaría ni siquiera para escupir sobre su tumba. Pasaron unos segundos que se convirtieron en minutos prolongados, un silencio prolongado yendo a la eternidad. Abrió los ojos y no percibió ningún rastro de sangre, se preguntó si eso era lo que ocurría cuando morían levantó la vista y vio una pareja de palomas que peleaban por un pedazo de pan equilibrándose en una ventana. Respiró y comprendió que estaba vivo para luego vencer todos sus miedos y mirar hacia atrás, de donde salió el disparo. Aún estaba ese hombre robusto con pinta de matón, se encontraba con el brazo derecho extendido y un cartucho de la bala disparada en el suelo, miraba, pero no contemplaba nada, no lo miraba a él, pareciese no saber que estaba haciendo, pero al mismo tiempo estaba muy seguro de su fin. Habían pasado sólo unos segundos, pero para el hombre habían sido minutos. Olía bajos sus narices el penetrante olor a pólvora y a sangre, en el suelo yacía un hombre de unos cincuenta años acostado de boca con una expresión de anhelo divino, la muerte lo había pillado de sorpresa.
Quiso acercarse al sujeto que disparó, deseo irse a tomar un café con él, pero ciertamente era una ridiculez, creyó ser el hombre más jodidamente afortunado de la tierra. Se creyó bendecido y protegido. Siguió su camino, ya era todo nuevo, comprendió que alguien le estaba mandando un mensaje superior, ya no sería un individuo miserable, se pondría en la buena con los suyos, reestablecería el contacto con todos aquellos que dejó olvidados, se cambiaría de casa, compraría un perro, se pondría en campaña para conseguirse una novia y discutir sobre la cerámica del baño y todos los sábados por la tarde harían las compras en el supermercado, pasearían en el parque con sus hijos mellizos, reiría, lloraría, amaría, gritaría y todos los ía parecían ser ahora sus amigos, ya no sería dueño sólo de su nombre y apellido, se sintió entupidamente feliz, esbozó una sonrisa y prontamente una larga carcajada siendo en ese mismo instante atropellado bestialmente por un vehículo de carga sin dejar rastro de él, fue en ese preciso momento en que el sujeto asesino movió sus ojos a la intersección de la calle donde había acontecido el atropello. Olor a llanta quemada,dijo.
domingo, 25 de mayo de 2008
viernes, 25 de abril de 2008
miércoles, 23 de abril de 2008
Locura/Madness
A fines del año pasado estaba junto a una amiga sentadas en una plaza en Viña tomando un bebestible color rosa de agradable sabor para el paladar y muy dulce en realidad cuando entre risas y humo de cigarrillo de parte de ella vemos a lo lejos la silueta de un hombre acercarse, era un sujeto en evidente estado catatónico; ebrio y volado a más no poder. Nos habló y me empezó a psicoanalizar, me dijo que no trate mal a los hombres (a pito de nada), que no tema ser vulnerable, yo lo observaba y no le dije nada, me incomodó al ser un perfecto desconocido, pero recuerdo mi sorpresa, porque me miraó y me entregó un papel algo gastado y doblado, poesía hecha por él:
Tus miradas me provocan
Tus besos me matan
Tu cuerpo me resalta
Y tu hablar me calla
Tu corazón palpita y
Mi corazón estalla
Tus labios anhelan el calor
De mis labios
Y yo deseo estar por
Siempre a tu lado
Locura de amor, locura de pasión
Por siempre contigo
Mi loco amor.
Quizás qué será ahora de ese individuo y tal título de su poema no me podría haber venido mejor en ese época de ese condenado año que fue el 2007 y gracias al de arriba que pasó.
martes, 22 de abril de 2008
Pionero a las caídas
Demuéstreme la pila de la suciedad
Y rogaré que el alma pueda tomar
Tres stowaways
Desaparezca sin astucia
Y no pagaré
Pero el alma puede esperar
El alma puede esperar
Sigue siendo bonita
Qué con todas estas semanas
Seremos finos
Seremos finos
Pero si sigue siendo bonita
Qué con todas estas semanas
Voluntad encontramos amor
Y supervise
Demuéstreme la pila de la suciedad
Y rogaré que el alma pueda tomar
Tres stowaways
Y usted desaparece sin astucia
Y no pagaré
Pero el alma puede esperar
Le sentía tanto hoy
No del Oh, usted intenta
Usted vuela derecho en mi corazón
Usted vuela derecho en mi corazón
Muchacha, le conozco intento
Usted vuela derecho en mi corazón
Usted vuela derecho en mi corazón
Pero aquí viene la caída...
Tanto para mí que cree ese dolor
Tanto para los sueños vemos pero nunca cuidamos para saber
Su corazón me hace la sensación
Su corazón me hace quejido
Para siempre y siempre, nunca dejo para ir
Encubierto siempre
¡Caja fuerte e interior, vivos!
Demuéstreme la pila de la suciedad
Y rogaré que el alma pueda tomar
Tres stowaways
Una pasión adaptó
Tiro del negro del gris
Pero el alma puede esperar
Le sentía tanto hoy...
Creo poder comerme un corazón
Eres un idiota, no tienes inspiración
Cada vez que respiro pienso en desaparecer
A quien le rezarás ahora
Si la vida tiene su curso
No puedo creer lo que oigo
Aún así pido perderte
Dímelo a mí
Que lo sé por el doble
No tienes porque arrodillarte.
Tersa mañana
Púrpura lozanía
Calla
Rocío calla
Come de tus entrañas
La sonoridad me importa un comino
No creo seguir adelante
Dime la verdad
De alguna jodida vez
Es no es el indicado
No creo ser capaz de matar a alguien
Trato de seguir el rumbo
Pero me siento sin el
No sé
No sé que creer
No sé que sentir
Me siento perdida
Eso es cierto
Perdida
Me angustia esta sensación
Porque es tan pasajera
Lo sé
Es pasajera
Pero ella sin invitación alguna
Eso es lo que me agota
Llega cuando menos la espera
No quiero sangrar
No quiero beber
No quiero morir
Que fatalista suena esto.
Mis falanges permanecen aún tiesas
Alguna vez las estuvieron y creí que desaparecerían
Me arrojas tus sentidos
Y yo me quedo mirando
Es una desilusión no saber que nos pasa
Creo desmayarme
Y creo que no me puedes ver claramente
No puedo creer lo que me acabas de decir
Ignoro si es el momento
Es una tragedia con sabor salado
Cuando es lo dulce lo que me permite vivir
No puedo seguir viéndote
No creo en que las estrellas se alinearán
No existe dicha cosa
Aparentemente.